jueves, 13 de enero de 2011

SUJETO



 “Meditación delirante desde
una fuente llamada Verapaz

DE LLUIS  M. XIRINACS·
EDICIONES SÍGUEME
BARCELONA, 1975


Lluis M. Xirinacs es un biólogo, historiador de pueblos antiguos profundamente creyente y orientalista entrañable, es un científico y un político, según el prologuista Mn. Josep Dalmau, Escribió este libro denominado SUJETO. Una meditación delirante a propósito de una fuente llamada Verapaz.


Verapaz es una Región de Guatemala por la que anduvo Fray Bartolomé de las Casas y que quizá fue para él una representación del paraíso que muchos pueblos primitivos hicieron posible. “El hombre vivió en un paraíso y lo perdió”. Los tiempos del paraíso Xirinacs, los ubica en la época Paleolítica En estos tiempos, el hombre vivía gratis sobre la tierra, cuando sentía apetito, estiraba su mano y cogía la manzana más cercana; cuando tenía sueño se arreglaba un lecho y a dormir. El trabajo no existía, el hombre y la mujer hacían y deshacían a placer. La tierra producía mucho más de lo que los hombres necesitaban para vivir.

Pero el paraíso se convirtió en paraíso perdido cuando se inicia el neolítico el hombre empieza a trabajar, y a través de la caza y la pesca va acumulando riqueza, a partir de allí, hasta la era atómica  el hombre vive en una permanente pesadilla.

El Libro es un Libro sobre la construcción de la Paz, no la inmediata, la que a veces se nos presenta como el resultado de un acto voluntarista o de una santidad individual o colectiva.  Sino la Paz, lograda como la consecución de un estado concreto en el proceso de gestación del hombre  sobre la tierra. Es decir, como el resultado de mecanismos de crecimiento y maduración histórica que el hombre sólo puede empujar o retrasar, pero que a la larga no puede finalmente evitar. El descubrimiento de estos mecanismos biológicos, es lo que da al hombre la oportunidad de integrarse en la corriente histórica y formar parte de ese proyecto en construcción.

De esta manera el conocimiento profundo de los mecanismos biológicos y de los comportamientos históricos del hombre como individuo y como colectividad, se constituyen en elementos viables  para la búsqueda de la paz.  Por ello, relaciona este conjunto de mecanismos biológicos con la categoría de SUJETO, que significa, adentro, interior, lo que está preso, significa sujeto,  sujeto es lo contrario de objeto o cosa.  El sujeto humano o el hombre por dentro:  el análisis del sujeto lo va haciendo en este doble sentido a la vez paradójico: “soy sujeto pero no estoy sujeto” mi cuerpo está sometido pero yo no soy un hombre sometido; estoy preso pero soy un hombre libre.

El sujeto humano interno no es un objeto, no es una cosa, es alguien, que posee un fondo inagotable interno, basto, inacabado, que asume su propia forma interna, la que puede llegar hasta el nivel propiamente divino o de eternidad.

El conocimiento y control de los procesos y mecanismos internos, tiene como punto de partida una concentración interior que nos debiera permitir viajar por todos los espacios internos e infinitos de nuestro propio cuerpo y de nuestra propia conciencia, para movernos en ellos con la misma soltura y dominio que nos movemos por las calles de una gran ciudad o por las montañas.

Es así que el hombre es un ser movilizable, no sólo desde afuera, por el amor, por la fuerza bruta o por el miedo, sino que también desde el interior de él mismo y esta movilidad es profundamente más valiosa por que se realiza a través de una ofrenda personal  a las tareas  urgentes  y no como un acto gratuito de simple generosidad, sino empujado por un interés colectivo


EL SUJETO HUMANO O EL HOMBRE POR DENTRO

Xirinacs  propone que el cuerpo humano es una maquina natural productora de la vida, y lanza la pregunta sobre: ¿Cuál es la energía que empuja a estas extrañas máquinas, que no tienen necesidad de ningún obrero que vele por ellas? Sin duda es una energía natural, la cual está compuesta por la sensibilidad, el instinto,  el deseo y la libido. El yo interno, se deshace, se disuelve en una corriente de intensidad variable a veces acelerada a veces lenta, a veces truncada: En el sujeto se presenta en un ciclo interior que se manifiesta en  4 momentos:

1) Momento de intensidad creciente: el instinto despierto, el deseo, la tensión, el estado de                 alerta

2)  Momento de intensidad relativamente máxima: el éxtasis, la comunión, la exaltación, la plenitud.

3) Momento de intensidad decreciente: la satisfacción, la felicidad, el placer, la euforia, la tendencia a  la relajación.

4) Momento de intensidad relativamente mínima: la relajación, el reposo, el sueño, la muerte

DESEO-----EXALTACIÓN-----PLACER ------ REPOSO

Este es el ciclo vital  y fundamental de la experiencia subjetiva interior.

A la hora del deseo, las máquinas naturales se atraen; se mantienen acopladas a la hora del éxtasis; se separar a la hora de la relajación y permanecen distanciadas a la hora del reposo. La vida es un eterno oscilar entre máximos y mínimos de diferentes intensidades. Esta experiencia interna es subjetiva.

La experiencia interna subjetiva, es la serie de sensaciones, vibraciones de mis nervios exitados por los efectos externos, los que a su vez se articulan con el sistema de ideas interno que nuestro conocimiento tiene procesado.

De esta manera, el hombre por dentro, es un inagotable y continuo proceso interno,  permanentemente lleno de energías, de sensaciones, percepciones e impresiones; de ordenamientos, clasificaciones y elaboraciones de estados de ánimo, ideas, visiones y actitudes que objetiviza en sus prácticas. Según Xirinacs todos los tipos de  energía, física, mecánica,  eléctrica, magnética, etc, se producen al interior de nuestro cuerpo. El conocimiento y control que sobre ellos vamos adquiriendo van permitiendo pasar a los niveles de madurez  que requiere la posibilidad de construcción de puentes entre nuestra subjetividad individual  y la subjetividad colectiva de los proyectos a los que nos adscribimos.

Cesar Rodríguez Rabanal, un psicoanalista peruano, autor del libro “La Violencia de las Horas”, sostiene la tesis de que en los momentos de crisis, exaltación, miedos o sorpresas, la parte de nuestra subjetividad interna que sale a relucir es la franja inconscientes de ese  microcosmos interno, por lo que la participación de los sujetos en los procesos de cambio profundos, sólo serán posibles si van de la mano de un fortalecimiento del nivel de conciencia de éstos. Por ello las transformaciones intrapsíquicas constructivas representan un prerrequisito para el desarrollo de la solidaridad y la convivencia pacífica.


maría del carmen mendoza rangel
México D.F a 11 de marzo 1997

1 comentario:

Alicia dijo...

Mi comentario sobre la presentación del autor de SUJETO: Las líneas que escribe la Maestra Mary me recuerdan la propuesta de Vasco de Quiroga en Michoacán con los Hospitales de Indios, la cual retoma la idea de Utopía de Tomás Moro. Donde la porpuesta es que los seres humanos convivan en comunidad, resaltando los valores que preparan al sujeto para elevar su espíritu. Desde luego esta presente la paz social como un eje rector de la propuesta. Puedo decir que en la actualidad dados los conocidos sucesos de violencia que estamos viviendo, y siendo el Estado de Michoacán un escenario muy mentado. Puedo decir que no todo en Michoacán pinta con violencia, existen vestigos de humanidad. Que habría que rescatar.